“La sociología: ciencia de la modernidad”
No todo el pensamiento social forma parte de las ciencias sociales.
Las ciencias naturales son producto de un periodo y circunstancias históricas específicas: LA MODERNIDAD.
El pensamiento riguroso y sistemático no es exclusivo de la ciencia ni se origino en la modernidad. La encontramos en civilizaciones, lugares y momentos históricos, es un error afirmar que son pensamientos científicos o pro-científico.
La ciencia constituye una forma de producir conocimiento que emergió y se institucionalizó. Es un producto de las condiciones históricas y culturales de dicha configuración social.
Las diferencias entre las ciencias naturales y las sociales se evidenciaron muy pronto. Éstas se fundamentan en el hecho de que, en el caso de las ciencias de la sociedad, los seres humanos son, a un tiempo, tanto los sujetos que llevan a cabo la investigación, como el objeto de estudio, mientras que el objeto de las ciencias naturales lo constituye una realidad distinta. Esta diferencia se encuentra en la base de la diversidad teórica y metodológica de las ciencias sociales.
El objeto de las ciencias sociales es su conjunto es la vida de los seres humanos en sociedad. La antropología, la historia y la sociología se ocupan de la sociedad en su conjunto.
La sociología no se ocupa prioritariamente del pasado ni de la diversidad de la especie humana. Su preocupación central se ha dirigido, a las relaciones sociales y las instituciones a las que ha dado lugar la modernidad. La sociología es la ciencia de la modernidad.
La sociología, por su parte, en su análisis y diagnósticos sobre la modernidad no privilegia la dimensión económica, políticas y los procesos culturales al producir teorías e investigaciones empíricas sobre las sociedades modernas.
La sociología reconoce que para la comprensión de la dinámica de dichas sociedades resulta igualmente importante considerar tanto la economía capitalista y la producción industrial, como a los estados nacionales y vínculos entre ellos.
La sociología, además, no se limita al análisis de las grandes estructuras e instituciones sociales. De igual importancia resulta para la disciplina la comprensión de la acción de los individuos y su relación entre dichas estructuras e instituciones. La sociología se aleja de la concepción forjada por la filosofía social de la Ilustración.
Las acciones y los planes de las personas tienen relación constante con los diversos contextos sociales en los que los individuos viven cotidianamente, los cuales pueden imponer límites o facilitar el ejercicio de las capacidades y metas de la gente.
Se constituyen temas de interés sociológico, en primer lugar, la socialización, es decir, los procesos mediante los individuos pertenecientes a una sociedad aprenden a interiorizar un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad; luego, el funcionamiento de los roles y su relación con las instituciones; también la estratificación, las clases sociales y la división de trabajo. Los sociólogos comparten la convicción de que esta relación de individuo-sociedad se produce de maneras muy diferentes dentro de las sociedades modernas en comparación con las sociedades tradicionales.
Los procesos de diferenciación social que se traducen en la diversificación de grupos, papeles y normas que privilegian diferentes metas y valores, plantean el problema de la construcción de significados culturales o principios funcionales que permitan la integración de la sociedad. El conocimiento, las creencias, las expectativas y normas compartidos permiten a los individuos actuar en el mundo limitando desde el principio la distancia infinita de las dicciones a las cuales se someterían si no compartieran estos referentes sociales.
Los valores comunes se debilitan, situando a las personas en un espacio y tiempo social en los que la certidumbre es precaria.la diferenciación social y el pluralismo de los valores causan una tensión constante entre la sociedad y sus miembros. Se hacen presentantes la desorganización social y la desnormalización de los roles, y los individuos buscan las reglas para guiar su conducta en diferentes ámbitos.
En las sociedades tradicionales y también en la modernidad temprana, los papeles, los derechos, obligaciones y expectativas de los hombres y las mujeres eran claros, estables y diferentes.hoy en día no es así.
Tanto unos como otras reclaman su derecho a cambiar de roles, a llevar a cabo tareas que eran consideradas exclusivas de su contraparte, a comportarse como lo dictan sus preferencias y valores, independientemente de su sexo.
La complejidad de la diferencia social conduce a diversas preguntas: ¿cómo se llega a establecer significados sociales comunes en sociedades diferenciadas, como la nuestra? ¿Cómo garantizar la comunicación y el intercambio entre ámbitos sociales cada vez más autónomos en su principio de acción? ¿Cómo es posible explicar la escalada de las interacciones sociales a partir de la diferenciación funcional?
Otro tema sociológico relacionado con la acción y su vinculación con los fenómenos sociales modernos surge el reconocimiento de que las consecuencias de las acciones pueden ir mucho más allá de las intenciones del individuo
Al reflexionar sobre las ciencias sociales parecería que sus resultados no son comparables a los de las demás ciencias naturales, en términos del cambio son capaces de producir. Las ciencias sociales no posibilitan la producción de artefactos ni periten hacer predicciones exactas, como en el caso de las naturales.
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